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La OIM estima que ha habido 3.114 muertes durante los procesos migratorios en 2018

Berlin – El Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM (MMP por su sigla en inglés) estima que al menos 3.114 personas han fallecido o desaparecido en rutas migratorias en todo el mundo en 2018. La región del Mediterráneo, el Medio Oriente, el norte de África y las Américas se ubican entre los corredores migratorios más fatales de todo el mundo y cada zona ha registrado muertes confirmadas en una cifra de al menos 100 en 2018 (ver el siguiente cuadro), en tanto en algunas registran un número de hasta 1.000.

Al menos 219 personas han perdido la vida en sus viajes en el mes de octubre, más recientemente dos migrantes cuyos restos han sido descubiertos al sur de Texas, en la frontera entre México y los Estados Unidos. Los mencionados restos fueron encontrados en tierras pertenecientes a ranchos ubicados en los vecinos condados de Dimmit y de Webb. Estas dos víctimas siguen sin poder ser identificadas. Al menos 166 migrantes han perdido la vida tras haber cruzado la frontera desde México a Texas en 2018, casi la mitad de las 341 muertes registradas a lo largo de la zona fronteriza que se extiende más allá de Texas e incluye a los estados norteamericanos de Nuevo México, Arizona y California, como así también los estados mexicanos de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, Sonora y Baja California.

El Proyecto Migrantes Desaparecidos también advirtió esta semana que en la zona oeste del Mar Mediterráneo ha habido informes, aún no confirmados, de que aproximadamente 54 personas desaparecieron en el mar tras haber partido del Puerto de Bouyafar en  Marruecos el 27 de octubre. Luego de los pedidos de auxilio que quienes se encontraban a bordo hicieron a sus parientes y a las autoridades, nada se ha sabido de ellos desde aquel momento. Las inestables condiciones en la zona del Mar de Alborán esta semana han agregado más inquietud sobre el paradero de estas personas.

Si las víctimas mencionadas llegaran a confirmarse, ello llevaría el número total de decesos en la zona oeste del Mediterráneo a 618 al 30 de octubre de este año, lo cual puede compararse con los 224 en esa ruta en la totalidad de 2017.

Frank Laczko, Director del Centro de Análisis de Datos de la OIM sobre la Migración Mundial, dijo que diversas cifras que se dieron a conocer recientemente sobre la cantidad de muertes de migrantes y que fueron compiladas por periodistas de la Associated Press (AP) y sugieren que 56.800 personas han perdido la vida mientras intentaban migrar desde el año 2014, no hacen otra cosa que poner de relieve la dimensión de la tragedia de lo poco que se conoce (y esto incluye a los expertos en ese campo) acerca de la suerte corrida por quienes pierden la vida lejos de sus hogares.
Diversos esfuerzos investigativos tales como los que han sido emprendidos por Associated Press ayudan a fortalecer las iniciativas existentes para compilar información sobre las muertes y desapariciones de migrantes. Sin embargo, el uso de diferentes metodologías lleva a que se obtengan resultados diferentes. Las cifras de AP son distintas a las del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM por los siguientes motivos:

  • Incluyen muertes y cifras de personas desaparecidas dentro de cada país.
  • Incluyen más datos y estimaciones de fuentes de países en vías de desarrollo como por ejemplo ONG que ayudan a familias a rastrear a sus parientes.

Desde 2014 el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM ha unido los esfuerzos de los periodistas y de las ONG para mantener un registro de estas muertes y cubrir una brecha dejada por los gobiernos, sostuvo Laczko. “Recopilamos datos para indicar la escala de la crisis en el tiempo y para dar testimonio de las muertes de estas personas, que es algo que a menudo no se hace,” explicó, agregando que “Diariamente registramos a quienes pierden la vida en las fronteras externas de los estados o en el proceso de migración hacia destinos internacionales con independencia de su estatus legal. Nos apoyamos en varios tipos de fuentes, dependiendo de lo que tengamos. En la región del Mediterráneo, los datos son provistos por las autoridades nacionales como por ejemplo las guardias costeras, por el equipo de la OIM que se encuentra en los lugares de embarque, quienes luego los comparten con el equipo del Proyecto Migrantes Desaparecidos”.
Los datos en la frontera entre Estados Unidos y México son compilados por fuentes ubicadas en los condados de EE.UU, entre las que pueden mencionarse médicos forenses y oficinas de alguaciles, y también esos datos proceden de informes de los medios de comunicación que dan cuenta de las muertes ocurridas en el costado mexicano de la frontera. En África, los datos se obtienen de medios periodísticos y de ONG, y en tal sentido tienen mucha importancia las encuestas 4mi del Centro de Migración Mixta.

En todos los casos, se hace un control de las nuevas llegadas comparándolas con los registros que ya existen para asegurar de ese modo que no se contabilicen dos veces las mismas muertes. Esto es particularmente importante para los registros que proceden de los testimonios de otros migrantes, los cuales son casi imposibles de verificar. La calidad de la(s) fuente(s) de datos para cada incidente en la base de datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos es evaluada por medio de la variable “calidad de la fuente”.

Es imposible llegar a conocer la verdadera cifra de las personas que fallecen durante el proceso migratorio debido a que la mayor parte de las muertes ocurren en zonas remotas que son elegidas por los migrantes para evitar ser detectados. A raíz de ello, no siempre se encuentran los restos rápidamente, e incluso a veces no se los encuentra nunca, y las muertes con frecuencia no son informadas a las autoridades de forma sistemática.

Otro motivo por el cual las cifras del Proyecto Migrantes Desaparecidos representan tan sólo una estimación mínima de la cantidad de muertes de migrantes pasa por el hecho de que las mismas no incluyen informes de personas desaparecidas, porque las personas que están “desaparecidas” no necesariamente han muerto. Programas que tradicionalmente realizan este tipo de seguimientos, como por ejemplo los implementados por el Comité Internacional de la Cruz Roja (ICRC por su sigla en inglés), se están todavía ajustando al complejo contexto de la migración internacional, en el cual una persona desaparecida podría estar muy lejos de su familia que está esperando recibir noticias suyas.

Los migrantes que fallecen o desaparecen luego de que están establecidos en un nuevo hogar tampoco son contabilizados por el Proyecto Migrantes Desaparecidos. Por consiguiente, las muertes de las personas que fallecen en un país en el cual no tienen ciudadanía no son incluidas a menos que los registros individuales incluyan evidencia que demuestre que han fallecido poco después de haber llegado. Esto es especialmente difícil de determinar en los registros de países sobre las repatriaciones de restos de sus ciudadanos que han perdido la vida en el exterior. Como el proyecto es mundial, es casi imposible hacer un seguimiento con las familias de esas personas (e incluso, podría ser inadecuado hacerlo) para preguntarles acerca de las circunstancias en torno a las muertes de sus seres queridos.

No obstante el monitoreo que realiza diariamente, el Proyecto Migrantes Desaparecidos necesariamente registra las muertes de manera retrospectiva e incluso después de varios meses, dependiendo de los sistemas de manejo datos de las autoridades locales, tales como los médicos forenses o las ONG que llevan adelante encuestas. Por consiguiente, las cifras mundiales de la OIM sobre muertes de migrantes no implican que vayan a publicarse actualizaciones precisas día a día, sino que dan una indicación de la escala que la crisis tiene en el tiempo.

Laczko dijo finalmente que “Hasta que no haya un compromiso político para reconocer y asumir responsabilidades en torno a la muerte de esas personas, la OIM continuará registrando los decesos de ‘migrantes desaparecidos’ y proveerá una estimación mínima y sólida de la cantidad de personas que han fallecido durante sus viajes”.

Los datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos son compilados por el equipo de la OIM establecido en el Centro de Análisis de Datos de la OIM sobre la Migración Mundial  pero proceden de una variedad de fuentes algunas de las cuales no son oficiales. Para conocer más acerca del modo en el cual los datos sobre muertes y desapariciones de los migrantes son compilados, por favor presionar aquí.

Para las últimas llegadas y muertes en el Mediterráneo por favor visitar: http://migration.iom.int/europe

Conozca más acerca del Proyecto Migrantes Desaparecidos en: http://missingmigrants.iom.int

 

Para mayor información por favor contactar:

Joel Millman en la Sede de la OIM, Tel: +41 79 103 8720, Email: jmillman@iom.int

Mircea Mocanu, OIM Rumania, Tel: +40212115657, Email: MMOCANU@iom.int

Dimitrios Tsagalas, OIM Chipre, Tel: + 22 77 22 70, E-mail: dtsagalas@iom.int

Flavio Di Giacomo, Oficina de Coordinación de la OIM para el Mediterráneo, Italia, Tel: +39 347 089 8996, Email: fdigiacomo@iom.int

Hicham Hasnaoui, OIM Marruecos, Tel: + 212 5 37 65 28 81, Email: hhasnaoui@iom.int

Ana Dodevska, OIM España, Tel: +34 91 445 7116, Email: adodevska@iom.int 

Kelly Namia, OIM Grecia, Tel: +30 210 991 2174, Email: knamia@iom.int

Atigoni Avgeropoulou, OIM Grecia, Tel: +30 210 99 19 040 (Ext. 166), Mobile: +30 69 48 92 98 09, Email: aavgeropoulou@iom.int

Christine Nikolaidou, OIM Grecia, Tel: +30 210 99 19 040 (Ext. 248), Email: cnikolaidou@iom.int

Ivona Zakoska, DTM Regional de la OIM, Austria, Tel: + +43 1 5812222, Email: izakoska@iom.int

Julia Black, GMDAC de la OIM, Alemania, Tel: +49 30 278 778 27, Email: jblack@iom.int

Christine Petré, OIM Libia, Tel: +216 29 240 448, Email: chpetre@iom.int

Myriam Chabbi, OIM Túnez, Móvil: +216 28 78 78 05, Tel: +216 71 860 312 (Ext. 109), Email: mchabbi@iom.int