Una joven que fue asesinada junto a su madre el pasado viernes en el cantón Anchico de San Miguel nunca pensó que la muerte le llegaría a penas un día después de celebrar su graduación como bachiller.

En las redes sociales de Cipriana Rosibel Quintanilla Arias, de 20 años, aún están frescas las publicaciones de fotos en las que se le ve ataviada con la toga y el birrete que usó en el acto de graduación del Instituto Nacional Gerardo Barrios de ese departamento.

Quienes la conocieron coincidieron en que a Cipriana Rosibel le costó mucho culminar sus estudios debido al ambiente en el que se crió. Es que su entorno familiar marcó una historia difícil.

Milagro del Carmen Arias, la madre de Rosy –como le llamaban sus seres queridos- tenía otro hijo que en diferentes ocasiones fue detenido por delitos relacionados al tráfico y comercialización de droga.

Este hermano de Rosy fue trasladado hace unos meses al penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, también conocido como “Zacatraz”.

Estos antecedentes hacen que la Policía direccione la línea de investigación a un ajuste de cuentas entre las estructuras criminales dedicadas a la venta de drogas en la zona.

No obstante, elementos policiales a cargo del proceso tampoco descartan que la joven de 20 años tuviera vínculos con pandillas, ya que al parecer su pareja sentimental actual pertenecía a estos grupos. Además, la zona donde vivía junto a su madre es asediada por estructuras terroristas.

“Por entrevistas y lo que hemos encontrado en sus redes sociales tampoco se puede descartar que tuviera relación con pandilleros y que esto provocara los hechos”, reveló una fuente policial.

Milagro y Rosy fueron asesinadas por sujetos que llegaron directamente a buscarlas y a asesinarlas con escopetas al interior de su vivienda ubicada en el cantón Anchico de San Miguel.